Descomprimir el aire, desaparecer un poco, andar con la cabeza gacha para que nadie te reconozca (ni ella), soltar los ladridos de noche, para que se confundan con el de los demás.
martes, 22 de mayo de 2012
viernes, 11 de mayo de 2012
Ni temprano para ser.-
Yo sabía que no podría viajar por el estado de mis soporíferos pies. El hecho de estar atrapado en una constante miopía nunca le hizo bien a mi conciencia. Y de tanto estirar el cuello, uno se termina aburriendo. A veces las viudas no logran remitir su pérdida y sus talegos no dejan de sonar en ningún minuto. Cosa rara que nadie las ame otra vez. Cosa lógica que yo tampoco.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)